junio 16, 2021  

La inspiración de todos los días

Te presentamos la historia de Don Pichardo, maestro galletero con más de 50 años de experiencia.

En PepsiCo tenemos muy claro que la única forma de enfrentar los retos del día a día es gracias al compromiso, entrega y entusiasmo de nuestros colaboradores. Te presentamos a un integrante de la familia PepsiCo, Don Pichardo, el maestro galletero. Personas como él representan el pasado, presente y futuro de nuestra compañía. 

Hay personas que dan sentido al esfuerzo de todos los días. Colaboradores que hacen de los retos algo inspirador para sí mismos y para los demás. Uno de ellos es Don Pichardo, maestro galletero que, desde hace más de 56 años, aporta su entusiasmo y conocimientos en nuestra fábrica de galletas ubicada en León, Guanajuato.

Para Don Pichardo, la implementación de nuevas tecnologías no lo alejan de seguir imprimiendo en cada parte del proceso de elaboración, ese toque artesanal y muy tradicional, que tanto caracteriza a nuestro segundo mercado más grande.

Los maestros galleteros son el alma y corazón de nuestras plantas de Gamesa. Verlos trabajar es una experiencia enriquecedora y reveladora: cuidadoso, entusiasta y apasionado, resuelven problemas técnicos, innovan recetas y mantienen un flujo óptimo de producción.

En cada lote de producto, Don Pichardo ve una oportunidad para hacer de la calidad y la tradición, la fusión perfecta. Quienes trabajan con él saben que tenerlo cerca es abrirse al aprendizaje que invita a hacer las cosas cada día mejor.

En PepsiCo nos enorgullecemos de la presencia de colaboradores como Don Pichardo, pues su invaluable labor nos permite seguir transmitiendo el acervo galletero que hemos heredado. Personas como él no solo imprimen su huella día a día, sino que, al inspirar a las nuevas generaciones, siembran una semilla positiva para el futuro.

Al colocar recursos en oportunidades inclusivas a lo largo del país, que van de la producción al reciclaje, estamos invirtiendo en el crecimiento de nuestra compañía, nuestros consumidores, nuestros clientes y las comunidades a las que servimos.

Nuestra compañía está formada por mujeres y hombres que ponen en marcha el motor diario que nos compromete a seguir elaborando productos que transmiten algo más que sabor, momentos agradables y confianza. Gracias a ellos, cada galleta resguarda un pedacito de nuestra propia historia, compromiso y tradición.

¡Gracias, Don Pichardo, por el ejemplo diario, por hacer tan especial a la familia PepsiCo y por las deliciosas galletas!