febrero 24, 2023  

Octavio Bustos: el significado de la experiencia

Te presentamos a Octavio Bustos, Maestro Galletero Internacional de Gamesa, quien hace su magia en la Planta de Vallejo.

Octavio Bustos –a quienes muchos en PepsiCo México conocen como Tavito– ha sido parte de Gamesa durante 50 años. Entró a los 27 años de edad, como ayudante general y pasó por todos los puestos de producción, hasta que en 1992 fue distinguido como Maestro Galletero, es decir, responsable de mantener la calidad y consistencia en todos los procesos. Esta posición es clave para una compañía como PepsiCo, en la que valoramos enormemente el conocimiento y la experiencia que dan los años de trabajo.

Aunque tiene su base en Planta Vallejo, Octavio le da servicio a todo el país para la solución de problemas, el desarrollo de productos y de talento. Ha recibido distintos reconocimientos, entre ellos el Circle of Champions Award, la distinción más importante que otorga PepsiCo a los colaboradores de operaciones a nivel mundial. Octavio vive con su esposa Alma Rosa, con quien tiene cinco hijos y cuatro nietos. Disfruta mucho estar en familia, salir a comer y a pasear, y su música favorita es la banda, que, según nos aclara, “es la más perrona”.

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Mucho más que hacer galletas
La responsabilidad de un Maestro Galletero es desarrollar productos, conocer los equipos, las materias primas y las recetas, pero lo más importante es enseñar a los demás, dar soporte. “A lo largo del día pueden surgir complicaciones por las reacciones de las materias primas y hay que dar soluciones”, explica.

“Aunque cada galleta tiene una receta definida, todo el tiempo se tienen que hacer adecuaciones por los cambios de clima y de acuerdo con cada planta. No es lo mismo fabricar una galleta en Vallejo, que está a 2,200 metros de altitud, que en Mérida, que está a nivel del mar”, explica Octavio.

A lo largo de su carrera, Octavio Bustos ha enseñado a operativos, gerentes, directores y vicepresidentes. Y lo que más le gusta de su trabajo es saber que tiene la confianza, el aprecio y el apoyo de todo el personal. ¿Su galleta favorita? Todas las galletas las siente como suyas porque él las ha desarrollado, pero si tuviera que escoger serían las Marias Gamesa® tradicionales. “Las como siempre en el desayuno y en la merienda”, nos revela.

Gamesa: una marca que nos enseña a transformarnos 
Octavio nos cuenta que en Gamesa todo es importante y urgente, por eso, se debe ser versátil y proactivo. Es una escuela exigente que nos enseña a transformarnos. Gamesa cuenta con el mayor número de personal autónomo de la industria; es decir, cada operador es dueño de lo que tiene que hacer y no necesita un supervisor. “El amasador pide su materia prima, sabe cuándo va a arrancar y en qué tiempo va a parar; lo mismo pasa con el maquinista, con el hornero y con los paqueteros. “Todos saben, incluso, reparar sus propias máquinas y solicitar una pieza si hace falta”, detalla Octavio.

Los retos a lo largo de medio siglo
A lo largo de estos años, Octavio ha vivido la sofisticación de equipos y procesos y eso lo ha obligado a actualizarse constantemente. “En Vallejo se han introducido, antes que en otras plantas, maquinarias y hornos que son un reto poder dominar, pero siempre logramos salir adelante”, señala.

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El consumidor: el verdadero jefe de Gamesa 
Octavio destaca que todos los que participan en la elaboración de las galletas Gamesa están muy comprometidos y enfocados en satisfacer a su único y verdadero jefe, que es el consumidor. “Para apreciar algo tienes que pensar como dueño y yo me siento dueño de Gamesa, Planta Vallejo. Aquí me han permitido enseñar a las nuevas generaciones y esa es mi mayor satisfacción y orgullo. Al enseñar dejas una huella en una persona que no se puede borrar. Trabajar en Gamesa es una fuente de autoestima porque se basa en el conocimiento: quien sabe más, mayor autoestima tiene”.